El magnate sudafricano Elon Musk, director ejecutivo de la empresa automotriz estadounidense Tesla Inc., les mandó un correo electrónico a sus ejecutivos con la cita «vuelvan a la oficina o váyanse», en una clara alusión a que la pandemia de coronavirus ya está «mucho más controlada» y que, por ende, «el trabajo remoto ya no es aceptable».
Bajo el asunto «Remote work is no longer acceptable» (el trabajo remoto ya no es más aceptable), Musk dejó en claro que «cualquiera que desee trabajar a distancia debe estar en la oficina un mínimo (y quiero decir *mínimo*) de 40 horas a la semana o dejar Tesla. Esto es menos de lo que pedimos a los trabajadores de la fábrica», sentenció.
«La oficina debe ser una oficina principal de Tesla, no una sucursal remota no relacionada con las funciones del trabajo. Por ejemplo ser responsable de las relaciones humanas de la fábrica de Fremont, pero tener su oficina en otro estado», precisó el CEO de la empresa.
Aunque Musk no abordó directamente si el correo electrónico es auténtico, sugirió fuertemente que lo es al responder a un seguidor que le pedía que se dirigiera a las personas que piensan que ir a trabajar es un concepto anticuado. «Deberían fingir que trabajan en otro sitio», respondió.
¿Un tirano?
Aproximadamente dos semanas antes de que Musk llegara a un acuerdo para adquirir Twitter Inc en 44.000 millones de dólares (algo que hoy es una auténtico incógnita), Keith Rabois, un empresario y capitalista de riesgo de Silicon Valley, tuiteó una anécdota que habla del estilo de gestión de su amigo.
«En Space Exploration Technologies Corp., Musk observó una vez a un grupo de becarios que se arremolinaban mientras esperaban en una cola para tomar café. Lo consideró como una afrenta a la productividad. Acto seguido amenazó con despedirlos a todos si volvía a ocurrir, e hizo instalar cámaras de seguridad para vigilar el cumplimiento», detalló Rabois, quien conoce a Musk de sus días en PayPal Holdings Inc.
Rabois, además, escribió en abril que los empleados de Twitter -una de las empresas más destacadas en permitir el trabajo a distancia permanente- se enfrentarán «a un duro despertar», si finalmente Musk adquiere la compañía.
El aparente correo electrónico de Musk al personal ejecutivo de Tesla sugiere que la política de Twitter cambiará una vez que él tome el mando.
El caso chino
La referencia a los trabajadores de la fábrica de Tesla también es interesante a la luz de la situación en la planta del fabricante de automóviles en Shanghái.
Miles de empleados estuvieron encerrados durante meses, trabajando en turnos de 12 horas, seis días a la semana.
Hasta hace poco, muchos dormían en el suelo de la fábrica como parte de un sistema de circuito cerrado destinado a mantener al coronavirus fuera y a los coches saliendo de la línea de producción.
Los empleados contratados para recuperar la velocidad de trabajo de la fábrica se trasladan entre las instalaciones y sus dormitorios -lugares en desuso o un antiguo campamento militar- y los trabajadores del turno de día y de noche comparten camas en habitaciones improvisadas.
